No digas nada.... No me pidas que mis lágrimas dejen de salir cuando apenas puedo sostenerme No me digas que Dios sabe lo que hace cuando se llevó un pedazo de mi alma y la alegría de mi vida. No me pidas que entienda que es un ángel que me cuida cuando daría mi vida por yo cuidarlo a él. No me digas que lo detengo con mis lágrimas y no lo dejo ir... Cuando el ya se fué. Lloro por su ausencia, porque era lo más preciado y hermoso en mi vida. No me digas que los caminos de Dios son misteriosos cuando siento que me ha abandonado por completo. Estoy en duelo porque perdí a un hijo, lo más preciado en mi vida, sólo acompáñame... no me digas cómo vivirlo. Pronto podremos levantar la cabeza y sonreír un día completo... a veces, un abrazo sin palabras es suficiente. Para Alonso... Te amaremos toda la vida, pequeño valiente.