From Genova on 04/11/2012

Los niños son angeles sin alas que nos manda el cielo para ser más buenos. Son los que nos marcan donde está el camino, donde está lo bello de nuestro destino. Cuando rié un niño, el Sol aparece y todo se aclara, el mundo florece. Se enciende la vida, se encuentra el camino y nos damos cuenta que seguimos vivos. Los niños no mueren, se van al cielo, quedan en el alma y se ponen alas. La tierra llora y tambien llora el cielo cada vez que un niño se queda en silencio. Voltea al cielo y la estrella que más brille es Alo el te mira y está a tu lado.